Las puertas de los vallados con detección de seguridad tienen un problema: pueden cerrarse de nuevo inadvertidamente, permitiendo la puesta en marcha de la maquinaria en presencia de personas en el interior.
Cambiar el detector por otro con bloqueo o pestillo resulta mecánica y eléctricamente complejo y caro. Zapo es sencillo.
Con Zapo la consignación es muy fácil. Basta con abrir la puerta para que se trabe sola.
Con el pestillo Zapo, la fuerza de la gravedad garantiza que la puerta no pueda cerrarse involuntariamente. Cada vez que se abre la puerta, el pestillo Zapo cae, trabando la hoja de la puerta en posición abierta, a modo de pestillo saliente.
Zapo impide que se cierre de nuevo la puerta sin querer, porque exige un gesto manual que lo levante de nuevo para permitir cerrar la puerta.
Con Zapo, aunque alguien entre en la máquina para resolver una incidencia, estaremos seguros de que no se pondrá en marcha hasta que el que ha entrado salga y cierre la puerta, porque Zapo tiene varios alojamientos para condenar mediante candados la puerta abierta, impidiendo que la máquina pueda ponerse en marcha por otra persona.
Mide el espesor de hoja de la puerta y pide el Zapo que necesites aquí. Un saludo!