Las empresas que planificaron y trabajaron la seguridad desde la publicación de la legislación europea de seguridad laboral (años 90) están ahora, 25 años después, en una posición de ventaja respecto a la media. Disfrutan ahora de ratios de accidentabilidad muy bajos y se han podido convertir en empresas referencia en el campo de la prevención y de la seguridad de sus máquinas.
¿Qué hacen y cómo lo hacen?
Basándonos en la experiencia y observaciones realizadas durante nuestro trabajo con cientos de clientes de todos los sectores, he reunido algo más de una docena de estrategias que destacan en las empresas más seguras.
Son formas de actuar efectivas que a menudo forman parte de las estrategias que dirigen a la empresa a la excelencia en todas sus actividades y revierten en la consecución de niveles de seguridad muy elevados.
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Evitan la burocracia
Se ha demostrado que la burocracia, lejos de ser un problema irrelevante de la era industrial, es el gran freno del funcionamiento de las empresas y representa un coste a la economía en general de miles de millones de euros. Supone la deshumanización de las organizaciones, considerando a las personas solo como engranajes de un mecanismo.
Las empresas que gestionan bien la prevención han evitado la burocracia y creado lugares de trabajo centrados en el ser humano, donde es habitual mejorar sistemas y procesos anticuados o ineficientes, promocionando los principios de comunidad, apertura y experimentación. En estas organizaciones las personas se impregnan de cierto sentido de propiedad y su inteligencia y energía creativa se liberan aportando al trabajo una riqueza que la burocracia destruiría a diario.
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Distribuyen el conocimiento
Tradicionalmente se ha considerado arriesgado distribuir el conocimiento entre todo el personal de la empresa. Lo cierto es que Linkedin está lleno de personas que hacen gala de sus elevados niveles de conocimiento y experiencia con la intención de cambiar de empresa para satisfacer sus objetivos personales. Perder una persona de mucho peso en la organización constituye un riesgo inasumible para la gran mayoría de las PYMEs.
Si bien la concentración de conocimiento es eficiente cuando la persona que lo concentra comparte los valores y principios de la empresa, las mejores empresas buscan continuamente personal competente (dentro o fuera de la organización) que contribuya a aportar nuevos puntos de vista argumentados con conocimientos, alimentando la sinergia entre las capacidades de todos los involucrados y mejorando todos los aspectos de la empresa, incluida sobre todo la seguridad de los empleados.
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Implican a todo el personal en la seguridad
Tras categorizar, priorizar y comunicar los objetivos, el gestor debe proporcionar formas para que los empleados se involucren en la identificación y evaluación de peligros, propuesta de soluciones e implantación de mejoras. Cada uno a su nivel y de acuerdo con sus capacidades. La participación en los éxitos contribuye a alimentar el sentimiento de pertenencia a la organización en la que sus miembros se cuidan unos a otros. Esto permite un desarrollo rápido, profundo y de calidad del sistema de prevención de la empresa.
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Reclutan a las personas adecuadas
Las mejores personas para cada cosa no son precisamente las personas más preparadas, sino las que lideran actitudes y comportamientos. Son personas a las que los demás acuden cuando dudan. Puede que algunas personas deban formarse y que los resultados no sean inmediatos, pero perdurarán en el tiempo y mantendrán la dirección de la organización paralela a los valores compartidos.
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Informatizan y normalizan de forma funcional
En la normalización de los procedimientos se debe priorizar la integración orgánica de las tareas de prevención en la empresa. Definir cada automatismo basándose en su funcionalidad efectiva para que favorezca la fluidez de los procesos.Los sistemas informáticos de gestión de la prevención deben servir para mantener presentes los objetivos en todos los pasos que llevan a la mejora de la seguridad en todas las actividades de la empresa.
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Escuchan y miran atentamente
Muchas de las buenas soluciones de seguridad surgen de analizar atentamente los sucesos banales cotidianos.
Las incidencias leves o sin consecuencias son fuente de valiosas pistas sobre las carencias de los sistemas de seguridad.
Para detectar las oportunidades de mejora habrá que formar a algunas personas para que descodifiquen lo que observan, pero los resultados siempre llegan.
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Buscan continuamente nuevas áreas de actuación
No debemos quedarnos en las limitaciones de los planteamientos iniciales. Los prototipos raramente son la mejor de las soluciones: normalmente necesitan evolucionar.
Además, normalmente en el tiempo transcurrido desde el primer diseño pueden haberse dado nuevos avances técnicos que permitan mejoras sustanciales de la seguridad.
Conviene dar oportunidad a nuevos desarrollos de viejas soluciones. Estudiar de forma realista la revisión de soluciones mejorables, prestando atención a los detalles que puedan suponer la diferencia, consultando a expertos cuando sea necesario.
Hay que vencer el bloqueo mental que nos impide repensar (pensar de nuevo un mismo problema), porque muchas de las mejores soluciones vienen de desarrollar con una nueva visión la solución existente.
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Formación: la adaptan y la actualizan
Repetir cada vez el mismo programa formativo estanca el progreso y banaliza algo tan fundamental como la prevención de accidentes en la empresa. La información obtenida de una evaluación de riesgos puede usarse como base para establecer los contenidos de una formación efectiva.
Tras iniciar priorizando la formación de seguridad al personal involucrado en tareas con mayor riesgo, se debe examinar los datos de incidentes y accidentes, comparándolos con los datos de nuestro sector. Así identificaremos los empleados que podrían beneficiarse de una formación específica, y determinaremos las necesidades de formación de cada departamento de la empresa.
Los planes formativos deben evolucionar con las necesidades de las personas, para impulsar el desarrollo actualizado del personal, en función de sus competencias, elevando así el nivel de la seguridad de la empresa.
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Apoyan al equipo humano involucrado
Un buen profesional proactivo vale su peso en oro. Debemos alimentar a los activistas en función de su aporte de servicio, responsabilidad e innovación constante.
En vez de quedarse en la complacencia, las buenas empresas marcan la dirección y permiten que todos, a todos los niveles, sepan lo que se espera.
Las buenas empresas saben que deben valorar a quien contribuye a minimizar los riesgos y que ello exige invertir en equipos y medios que permitan a las personas más responsables cumplir los objetivos.
Algunas empresas aún hacen una reunión anual para “saber cómo vamos”, mientras otros van más lejos y se reúnen frecuentemente para decir: ¡Gracias por vuestra colaboración! ¿Cómo podríamos ser más eficientes?
- Utilizan referencias externas
Averigüemos dónde han solucionado el problema que tenemos y cómo lo consiguieron. Encontremos paralelismos entre las soluciones que vemos fuera y las que necesitamos.
Mantener una mirada fuera de la empresa permite trasponer soluciones aplicadas en problemas similares y acelerar el progreso de nuestra empresa.
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Comparten, publicitan, celebran y premian los logros
Reconozcamos el camino andado, lo aprendido de los errores y lo ganado con los aciertos. Evidenciando lo acertado del rumbo, damos la bienvenida a las iniciativas de las personas, y reforzamos la eficacia de la organización.
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Miden y vigilan cada fracción de estrategia
Las estadísticas y las previsiones son esenciales, pero no aportan un diagnóstico de cómo podemos mejorar: solo sirven para saber cómo lo estamos haciendo.
Las buenas empresas rastrean todas las áreas clave de la seguridad en detalle y van midiendo los progresos… para optimizar las tácticas y acercarse a los resultados deseados.
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Establecen una estrategia acertada y se mantienen en ella
Como es muy probable que no se puede hacer todo, se debe escoger cuidadosamente las áreas que puedan contribuir más a la reducción de accidentes.
Sabiendo que no todo el mundo se adhiere a los programas de acción y que la consistencia y la constancia son vitales, se deben desarrollar los planes de acción de forma que sean la prioridad de las personas involucradas.
El liderazgo es clave: las estrategias solo se impondrán en presencia del compromiso y la resolución de la propia dirección de la empresa.
Las buenas organizaciones desarrollan una estrategia a largo plazo… y la siguen hasta que la consiguen.
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Apuntan hacia objetivos impresionantes
Las buenas empresas apuntan hacia objetivos impresionantes y motivadores. Alcanzar objetivos que aporten credibilidad al proyecto multiplica el resultado del esfuerzo a todos los niveles de la estructura de la empresa… y mas allá.
Cómo podemos colaborar desde Safework
- Participamos en el diseño o rediseño de las soluciones más adecuadas y efectivas a los problemas de nuestros clientes, aportando nuestra experiencia de más de 28 años para diseñar las seguridades de las máquinas de acuerdo con los requisitos de seguridad y productividad.
- Capacitamos al personal para diseñar, especificar, instalar, mantener, mejorar y certificar los sistemas de seguridad de las máquinas. Estamos preparados para realizar a distancia gran parte del asesoramiento para la certificación de máquinas nuevas y de sus modificaciones, lo que revierte en un coste menor de tiempo y dinero.
- Hacemos formaciones monográficas sobre maquinaria específica y cursos de capacitación personalizados para satisfacer a clientes con necesidades especiales, tanto presenciales como a distancia.
- Realizamos los ensayos necesarios (distancias de seguridad, seguridad eléctrica, ruido, etc.) para determinar la idoneidad de soluciones concretas de seguridad en máquinas para su marcado CE.
- Realizamos auditorías periódicas de las seguridades de las máquinas para asegurar el cumplimiento del RD1215/97.
Puedes contactarnos en info@safework.es